No tenemos la clave exacta para que tu mascota se comporte de la manera más ideal. Pero sí podemos darte información importante que te ayudará a saber cuál es la mejor manera de encauzar la relación con tu mascota. Hoy en día existen varias técnicas de adiestramiento canino y, depende de cual utilices, obtendrás unos resultados u otros.

Antes de explicarte un poco más, te adelantamos que la mejor opción es compartir esta experiencia educativa con un profesional de adiestramiento de perros o gatos. De esta manera te aseguras que has conseguido el objetivo que te habías propuesto y podrías solucionar cualquier inquietud que tengas, ya sea la primera vez que tienes una mascota en tu hogar o si ya tienes experiencia pero te has interesado por este tema.

¿Qué tipos de adiestramiento podemos encontrar?

Adiestramiento en obediencia: Enseña comandos básicos como sentarse, quedarse, venir, y caminar con correa.

Adiestramiento en comportamiento: Se centra en corregir problemas de comportamiento como ladridos excesivos, mordisqueo inapropiado, agresividad, etc.

Adiestramiento para cachorros: Especialmente diseñado para cachorros para enseñarles hábitos adecuados, socialización y comandos básicos.

Adiestramiento en habilidades avanzadas: Incluye comandos más avanzados, trucos y habilidades específicas, como el rastreo, la búsqueda, o la obediencia avanzada.

Adiestramiento en agilidad: Implica enseñar a los perros a superar obstáculos y realizar actividades físicas específicas.

Adiestramiento de servicio: Prepara a los perros para ayudar a personas con discapacidades, como perros guía, perros de servicio emocional, etc.

    Es importante adaptar el tipo de adiestramiento a las necesidades específicas de tu perro y a tus objetivos como dueño. Además, la consistencia, la paciencia y el refuerzo positivo son clave en cualquier tipo de adiestramiento canino.

    No obstante, también puedes incluir en tu rutina algunos consejos para que puedas ir haciendo camino en la educación de tu amigo peludito:

    Establecer rutinas: Los perros suelen responder bien a rutinas establecidas. Esto incluye horarios para comer, pasear, jugar y descansar. La consistencia ayuda a que comprendan las expectativas.

    Usar refuerzo positivo: Recompensa a tu mascota cuando haga algo deseado con elogios, caricias, o pequeñas golosinas. El refuerzo positivo refuerza el comportamiento que deseas.

    Ser claro y consistente: Utiliza comandos claros y coherentes. Evita confusiones al ser consistente en tus palabras y gestos.

    Socialización temprana: Exponer a tu mascota a diferentes personas, entornos y situaciones desde temprana edad contribuye a un comportamiento socializado y amigable.

    Entrenamiento en obediencia básica: Enseña comandos básicos como "sentado", "quieta", "ven" y "quieto". Estos comandos son útiles para la convivencia diaria y la seguridad.

    Prevención de comportamientos no deseados: Observa las señales de comportamientos no deseados y trabaja en prevenirlos. Siempre es más fácil corregir un mal hábito temprano.

    Proporcionar estimulación mental y física: Proporciona juguetes y actividades que estimulen a tu mascota tanto mental como físicamente. Los perros aburridos pueden desarrollar comportamientos destructivos.

    Crear un espacio seguro: Asegúrate de que tu hogar sea seguro para tu mascota. Elimina posibles peligros y proporciona un lugar cómodo para descansar.

    Evitar el castigo excesivo: En lugar de castigos, enfócate en redirigir el comportamiento no deseado y recompensar el comportamiento positivo. El castigo excesivo puede generar miedo y ansiedad.

    Ser paciente: La paciencia es clave. El adiestramiento lleva tiempo, y cada perro tiene su propio ritmo de aprendizaje.

    Recuerda que cada perro es único, por lo que es importante adaptar estas sugerencias a la personalidad y necesidades específicas de tu mascota. Y, si tienes desafíos particulares, considera la posibilidad de buscar siempre la orientación de un adiestrador profesional.